Las entidades médicas integradas en el FIEM expresan su compromiso por la defensa del acto médico de calidad

Ante el riesgo de deshumanización al que está expuesta la Medicina actual, y su interrelación con la relación médico-paciente, las organizaciones que integran el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) expresaron su compromiso por la defensa del acto médico de calidad y por la vertiente humanística de la profesión médica, donde la relación médico-paciente sea preservada por encima de cualquier otra consideración.

 

Así se puso de manifiesto durante una mesa redonda celebrada en el marco del XI FIEM en Toledo dedicada al análisis de los factores que determinan dicha deshumanización en la atención médica, y que contó con la participación de representantes de organizaciones médicas de Argentina, Costa Rica, Brasil, Panamá y España.

 El desafío, según el moderador, Dr. Luis Mazzoccuolo, director de la Caja de Previsión y Seguro Médico de la Provincia de Buenos Aires, está en recuperar el arte de la relación médico-paciente e intentar que prospere su denominación como patrimonio inmaterial de la humanidad.

 

La ruptura de la confianza entre médico y paciente da pie a la adopción de medidas como la Medicina Defensiva y de autoprotección por parte del paciente, posturas, según indicó, que “no benefician a ninguno de los dos”.

 

 

El representante del Colegio de Médicos de Costa Rica se detuvo en el análisis de los factores que desencadenan el fenómeno de deshumanización de la Medicina y su interrelación con el acto médico bajo unas determinadas condiciones y con la ciencia por medio. “La tecnociencia está transformando, muchas veces a la Medicina, en una industria de la salud”, saseguró

 

El Dr. Monge hizo referencia, durante su intervención a una encuesta hecha en Costa Rica, que apunta a indicadores como la pérdida de valores, la burocracia en la consulta, la falta de tiempo, y la escasez de recursos, como detonantes de dicha deshumanización. A ello se suman carencias, por parte de los profesionales, en la formación ética.

 

Finalmente, abogó por que desde las Facultades de Medicina comiencen a recuperarse los valores necesarios para que la relación médico-paciente adquiera la relevancia que precisa. “Es urgente una transformación de la formación médica”, concluyó.

 

 

El sistema brasileño de salud no garantiza al cien por cien el acceso de la población a los sistemas sanitarios, lo cual, para el representante de la profesión médica brasileña  supone un motivo de deshumanización. A ello suma las pésimas condiciones de trabajo a las que están expuestos los médicos de este país sobre todo en el sector público. 

 

Por otra parte, consideró la medicina tan tecnificada limita aspectos esenciales del acto médico como comunicación con el paciente, cercanía, confianza, etc., lo cual provoca un distanciamiento con el enfermo. “La deshumanización en nuestro sistema brasileño no es responsabilidad del médico sino de las autoridades sanitarias”, según aseguró

 

 

En muchos de nuestros países existen grupos poblacionales a los que los médicos hemos de acercarnos y conocer más a fondo. “Los médicos hemos de comprender de forma coherente todas las causas por las que acude a las consultas”, según indicó

 

Para el Dr. Lezcano, el tecnicismo del lenguaje médico “representa una barrera en la relación médico-paciente”, según destacó en otro momento de su intervención. A su juicio, es importante la comunicación basada en la evidencia recogida en las historias clínicas de los pacientes.

 

También se refirió al ámbito privado, y advirtió cómo las compañías de seguro pretenden  manejar la forma de abordar la relación médico-paciente.

 

La humanización de la Medicina, a su juicio, no solo abarca el trato al paciente, sino también la comunicación que se establece entre los profesionales que van a tratar a dicho paciente. Para lo cual, el Dr. Lezcano instó a velar por los principios éticos que tienen que estar presentes en cuanlquier acto médico.

 

 

El humanismo es un elemento esencial de la relación de confianza entre el médico y el paciente que ha de ser preservado, y un excelente e imprescindible complemento del enfoque puramente tecnológico científico del acto y la actuación del médico.

 

La práctica de la Medicina se ve amenazada por la relativizació n de sus valores tradicionales, deslumbrada por la ciencia y la tecnología.

 

El progreso tecnológico y científico, por espectacular que este sea debe estar supeditado al hombre y a sus valores y principios y no al revés, por ello cobra una nueva relevancia el papel del médico como intérprete y aplicador de forma adecuada de aquellas a su paciente, al enfermo, al ser humano.

 

La Medicina debe tener una función integradora por lo que el médico no debe conformarse con hacer un diagnóstico, además debe interesarse por el sufrimiento que la enfermedad produce en el paciente y por las consecuencias personales, familiares y sociales de la enfermedad; esto debe ser así en cualquier enfermo y en toda enfermedad. Se trata de considerar siempre al enfermo como persona.

 

En este contexto, llama la atención como la aparición y el progreso de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) se percibe en muchas ocasiones de forma separada a la Medicina Centrada en la Persona, cuando siempre han sido complementarias y han de enfocarse y ejercerse de forma integrativa en un contexto biomédico y de práctica clínica.

 

Las entidades médicas integradas en el FIEM manifiestan su compromiso con la vertiente humanística de la profesión médica y la defensa de un Acto médico de calidad donde la relación médico paciente sea preservada por encima de cualquier otra consideración, igualmente dicho compromiso lo es con una aplicación de la ciencia de una manera respetuosa con el paciente como persona y que tenga plenamente en cuenta sus valores, preferencias, historia cultural,  contexto, miedos, preocupaciones y esperanzas.

 

Fonte: http://www.medicosypacientes.com