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Bruselas, 8 de septiembre de 2015 (CSI En Línea): La CSI ha expresado su apoyo al llamado de las Naciones Unidas que insta a los países europeos a aceptar, inicialmente, hasta 200.000 migrantes y a colaborar en la gestión de la entrada masiva de personas procedentes de Oriente Medio y el Mediterráneo. El Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, António Guterres, reclama una estrategia común basada en la responsabilidad, la solidaridad y la confianza.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, declara: “No estamos ante una crisis exclusivamente europea, se trata de una crisis mundial. Con unos dos millones de refugiados ya en Turquía, el mundo se enfrenta a la mayor oleada migratoria desde hace 70 años, debido a la huida masiva de los conflictos armados y de la pobreza abyecta. Hasta que no se resuelvan las causas que obligan a las personas a abandonar su país, la presión migratoria continuará creciendo. Los ciudadanos de a pie, individualmente y a través de sus sindicatos, asociaciones, grupos religiosos o clubs deportivos están mostrando a los responsables políticos el camino a seguir: la solidaridad y la compasión deben ser los principios rectores de esta y de cualquier otra crisis humanitaria”.
La Secretaria General de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Bernadette Ségol, precisa: “Europa debe compartir de manera equitativa la afluencia de migrantes y reconocer que limitarse a cerrar las fronteras, además de equivocado, no logrará erradicar la llegada de migrantes. En definitiva, las respuestas se encuentran más allá de las fronteras de Europa, por lo que instamos a los dirigentes europeos y la comunidad internacional, a colaborar para combatir las causas profundas de esta afluencia de personas sin precedentes”.
“Resulta alentador constatar que varios países europeos se muestren dispuestos a aceptar un número importante de personas que están huyendo de la persecución y de la guerra. Los demás deberían seguir este ejemplo, velar por la plena integración de los recién llegados en sus nuevos países y que puedan beneficiarse, entre otros, del derecho a un empleo decente”, subraya Burrow. “Sólo cabe lamentar que los Estados del Golfo, que son los más ricos del mundo y están profundamente involucrados en los conflictos de Oriente Medio, se nieguen a aceptar una proporción equitativa de refugiados”.
La CSI insta a los dirigentes del G20 a asumir la responsabilidad de buscar soluciones de alcance mundial, en su próxima cumbre de noviembre. “De la misma manera, los dirigentes mundiales deben colaborar para poner fin a los conflictos, en concreto en Irak y Siria, origen esta crisis migratoria”, añade Burrow.
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